☕ CAFECITO ESPIRITUAL: "Ante las guerras, el terrorismo, la trata de seres humanos, la agresividad generalizada, los niños y los jóvenes necesitan experiencias que eduquen en la cultura de la vida, del diálogo, del respeto recíproco. Y ante todo necesitan testimonios de un estilo de vida diferente, no violento" (León XIV). Dios Trinidad: dame tu gracia, para hacer mi parte. Santifícanos, especialmente a nuestras autoridades. Hazme un instrumento de tu Amor. DIOS TE BENDIGA, GRACIA Y PAZ🤴🏻☧🕊️ ☕

El sueño de Cristo es la manifestación de un misterio. Los tripulantes de la barca representan a las almas que atraviesan la vida de este mundo sobre el leño de la cruz. Además, la barca es símbolo de la Iglesia. El corazón de cada fiel es una barca que navega sobre el mar; no puede naufragar si el espíritu se ocupa en buenos pensamientos. Alguien te ha injuriado: es el viento que sopla a latigazos. Montas en cólera: es la corriente que te arrastra. Surge la tentación: sopla el viento. Tu alma se turba: las olas se encrespan. ¡Despierta a Cristo, deja que hable él! ¿Qué clase de hombre es este, que hasta los vientos y el lago le obedecen? Imita al viento y al mar: ¡obedece al Creador! El mar escucha la orden de Cristo y tú ¿te haces el sordo? El mar obedece, el viento se aplaca, ¿vas tú a continuar soplando? Agitarse, meditar la venganza… ¿no es seguir soplando y rehusar apaciguarse por las palabras de Cristo? Cuando vuestro corazón esté turbado ¡no os dejéis engullir por las olas! Si, con todo, el viento puede con nosotros, si se excitan las pasiones malas del corazón, ¡no desesperemos! Despertemos a Cristo, para poder continuar nuestro viaje sobre un mar apaciguado y así llegar a nuestra verdadera patria.San Agustín Sermón 63.

Dios le habla claro apreciado lector. Aunque enfrente situaciones difíciles o dolorosas, Dios estará con usted y le protegerá, evitando que sea consumido o destruido por esas circunstancias. No implica que no experimentará sufrimiento, sino que ese sufrimiento, no le derrotará. La solución para esos momentos fuertes: Silencio Orante.No temas, que yo te he rescatado, te llamé por tu nombre y eres mío. Si cruzas las aguas, yo estoy contigo; si pasas por los ríos, no te hundirás. Si andas sobre brazas, no te quemarás, la llama no te abrasará. Dado que eres precioso a mis ojos y yo te amo. Pondré a la humanidad en tu lugar, a pueblos en pago de tu vida. Isaías 43: 1b-2, 4

Hubo una gran agitación en el mar, la barca se vio cubierta por las olas: «¡Sálvanos, Señor! Estamos perdidos», dicen. El miedo es una tentación del diablo. Tener miedo de avanzar por el camino del Señor. Mirar al Señor, contemplarlo, nos da esa maravillosa maravilla de un nuevo encuentro con Él. «Señor, siento esta tentación; quiero permanecer en esta situación de pecado. Señor, tengo curiosidad por saber cómo son estas cosas. Señor, tengo miedo...», pero entonces los discípulos miran al Señor: «Sálvanos, Señor, estamos perdidos». Y llega la maravilla del nuevo encuentro con Jesús. No seamos ingenuos ni tibios: seamos valientes. Sí, somos débiles, pero debemos ser valientes en nuestra fragilidad. Y nuestra valentía debe expresarse a menudo en la huida. Sin mirar atrás, para no caer en la nostalgia, sino sin tener miedo y mirando siempre al Señor. (Papa Francisco, Homilía en la Capilla de la Casa Santa Marta, 7 de julio de 2013)